miércoles, 29 de febrero de 2012

San Miguel del Monte...uno de los más antiguos fuertes de la provincia de Buenos Aires.

San Miguel del Monte fue uno de los fuertes mas antiguos de la provincia de Bs.As. El virrey Vertiz un visionario de su época, en 1776, ordenó construir puestos de avanzada para contener a los malones. Ubicándonos en tiempo y espacio, esos fuertes realizados en forma precaria en medio del de campo, serían las futuras poblaciones que formarían luego provincia de Buenos Aires. La ciudad no posee acta fundacional, pero de acuerdo a escritos guardados en el Archivo General de la Nación y recopilaciones hechas por algunos investigadores se toma como fecha de fundación el 18 de noviembre de 1779, día  que  comienza la construcción de la capilla del fuerte. A partir de allí, San Miguel del Monte, nombre que deriva de la protección pedida por los milicianos a San Miguel Arcángel. 
A fines de  1778 el fortín de la Guardia de San Miguel del Monte  no era ni siquiera un caserío. Emplazado sobre la orilla norte de la laguna, era un rejunte de ranchitos de adobe y espadaña, de esperanzas y sacrificios, de fortaleza; rodeado por los restos de una débil empalizada  alzada contra el miedo y coronado con un mangrullo medio torcido, que miraba hacia el interminable horizonte del desierto. Allí se escondía el indio... el enemigo... el montaraz infiel a quien era necesario cristianar y civilizar.
En 1782 Monte contaba con 233 vecinos, sin contar a los soldados, criados y peones...dejaba de ser desierto y comenzaban a arraigarse en forma muy precaria las primeras colonias agrícolas. A principios de 1792 la guarnición del fuerte ascendía a 85 blandengues.

El 22 de Marzo de 1833 partió de San Miguel del Monte la División de Izquierda de la Primera Expedición al Desierto, dirigida por Don Juan Manuel de Rosas. Como resultado de la expedición se ganaron al desierto 2.900 leguas cuadradas, se logró concretar y mantener la paz con las tribus Pampas, Voroganos y Tehuelches, se rescataron numerosos cautivos, se abrió un nuevo camino hacia Bahía Blanca, jalonado por veinte postas que serían las bases de futuros pueblos. Se recorrieron los ríos Negro y Colorado, comprobando las posibilidades de navegabilidad y se descubrieron las riquezas naturales de los valles del Río Negro y Colorados en donde habían abundantes bosques de valiosa madera y frutales.

 Rosas pensaba en una conquista del desierto diferente a la que realizó Roca. Deseaba rescatar a los pobladores que tenían cautivos los indios y deseaba llegar a acuerdos con los aborígenes para ponerlos bajo su mando, militar o civilmente.


Municipalidad.
 Si bien el partido se creó en 1822 al desprenderse de San Vicente, la delimitación del pueblo –a cargo del agrimensor Feliciano Chiclana- concluyó a fines de 1829.

Lateral de la Municipalidad

Descubriendo el pueblo y su historia

Construcciones coloniales, con sus esquinas sin ochavas aún se yerguen orgullosas.

Este local es una relojería...

Bello local de venta de antigüedades y artículos autóctonos...Irresistible!!! No pudimos dejar de traernos varios recuerdos!

Pintorescas casas centenarias nos reciben...

Paredes cargadas de historia nos hacen disparar la imaginación

También algunas de esas antiguas construcciones fueron recicladas con muy buen gusto

Esquina sin ochava


Antigua escuela

Antiguamente en esta esquina se encontraba el cementerio...debido al crecimiento de la ciudad se lo mudó a unas quince cuadras.

La plaza se llamó originariamente Plaza de Armas pero se lo cambió por el de España el 1º de febrero de 1901. En la década del 40, en un revisionismo histórico se la bautizó con el nombre de Virrey Vértiz ya que durante su gestión surgió la guardia que dio origen a este pueblo. Sin embargo, aún hoy la denominan Plaza España. Es un lugar de esparcimiento y tranquilidad en el que la tierra guarda en silencio, muchos hechos de la época en que se inició el pueblo. En el centro de la plaza se erige un busto a Juan Manuel de Rosas que parece que estuviera vigilando su rancho que ahora esta justo enfrente y que estaba en su estancia los Cerrillos.


Monumento dedicado a Carlos Gardel

Vivimos una experiencia única en San Miguel del Monte ya que allí se conjugan todas las variantes para encontrar lo que nos falta en las grandes ciudades. Paz, tranquilidad, relax, seguridad, armonía. Es un muy bello lugar, con el encanto de su magnífica laguna !!!
Un a variada oferta de alojamientos para todos los gustos y los bolsillos!


Especial para el relax...caminar por su costanera es una verdadera delicia!


La Laguna de Monte se originó por la erosión producida por el viento que favorecido por la falta de vegetación, durante períodos de climas secos y desérticos, fue excavando en forma de abanico en un cauce fluvial preexistente.



 Las aguas son alcalinas y medianamente duras; la concentración salina se produce por el mal drenaje, debido a la suave pendiente, y por la gran evaporación. El espejo de agua tiene un perímetro semicircular de 15 km, una superficie de 720 hectáreas, una profundidad máxima de 2,5 metros y una mínima de 0,50 centímetros. La alimentan afluentes periódicos, relacionados con el régimen de lluvias, el más importante de los cuales es el arroyo El Totoral. Desemboca en la laguna Las Perdices a través de un pequeño arroyo llamado El Rosario. Hay una compuerta entre ambas lagunas que nivela las aguas. El recorrido de las aguas de la laguna de Monte culmina en el Río Salado, que es el que está más abajo que Monte y Las Perdices.
Extensa ribera para descansar, hacer largas caminatas, andar en bicicleta, pescar o realizar algunos deportes naúticos.


Verdes plazas con hermosas glorietas nos invitan a sentarnos y tomar unos matecitos, ya que la vida aquí es tranquila y a un ritmo muy diferente de las grandes cuidades.




Hermosos árboles llenos de coloridas flores.

A punto de partir nuevamente hacia la capital descubrimos esta construcción...nos quedó averiguar a quien pertenece...tal vez en la próxima visita!!!
 San Miguel del Monte se encuentra a unos 110 Kms. de Capital Federal por ruta 3 y a unos 360 km. aprox. de Mar del Plata.

martes, 28 de febrero de 2012

Museo Municipal Guardia del Monte

Para que la visita a San Miguel del Monte sea completa no podemos dejar de ir  al Museo Municipal Guardia del Monte.
Este posee una importante cantidad de piezas y reliquias que integran el patrimonio histórico y cultural de la Ciudad.
 Es simple, pero bello y en sus humildes salas podemos tener una idea de la vida de este histórico pueblecito.

El museo fue inaugurado el 28 de diciembre de 2001 y depende directamente de la Dirección Municipal de Cultura y Educación. Está organizado didácticamente con un recorrido por períodos cronológicos, a través de los cuales es posible transitar por la historia de la ciudad de manera ordenada. La Propuesta es remontarse en el tiempo y comenzar por el período Fortinero, luego la etapa Federal, la de Organización Institucional, objetos de liturgia y relativos al Templo San Miguel Arcángel, para culminar con los últimos 50 años. 

Apreciando el instrumento

Sedas, oros y sumo cuidado en la confección de estas prendas, para sacerdotes de la época.

Bello traje de época

Sala con objetos del tiempo de la evangelización

Antigua baldosa con la estrella federal

Monograma de Mauelita Rosas Terrero

la iglesia y la evangelización

Sala de vida cotidiana

Teléfonos que funcionaron en San Miguel del Monte.

Vestimentas de época

Distintos instrumentos musicales

Fauna autóctona

Oso hormiguero 

Maqueta del frente de la iglesia

Restos de la antigua pila bautismal


Cartel con la historia de la iglesia San Miguel del Monte

todo nos remonta a la historia de este pequeño pueblo...

Cartelería, máquinas de coser de época.

Ambientación de una antigua cocina

Faroles del ferrocarril, balanzas de pesas, morteros  y herramientas usadas en el campo.


Prensa pequeña, guillotina para hojas de papel y velero. En el velero, metálico y hueco, que en este caso era un instrumento para fabricar velas, se volcaba el sebo caliente. Ya había una mecha colocada en el centro, que salía por el pico, obturándolo como para que no se volcara la grasa derretida, se lo dejaba enfriar y así se fabricaban las velas para alumbrar.

 Restos arqueológicos, producto de investigaciones recientes, que nos permiten de a poco, reconstruir la trama de los hechos en su totalidad.

Antiguos equipos de música 

 Otras curiosas antigüedades de la vida cotidiana del pueblo, aquí vemos varios elementos que pertenecieron a una barbería.