Hoy, esta construcción de 250 años de antigüedad se sostiene firme y delicada en Boulogne, a un mundo de distancia de su lugar original, en la Prefectura de Fukui, a unos 600 kilómetros de Tokio. En la Minka funciona el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo Japonés . Pero la casa es una obra de arte en sí misma. Está formada por módulos de construcción que se utilizaban hasta nuestros días, y está hecha de madera, piedra, junco y papel de arroz, sin ningún tornillo. Lo más importante de la estructura de la casa es que en ella se puede entender la “filosofía arquitectónica los espacios, incluyendo el jardín, y la estética consciente de lo simple a través del Zen”.
La filosofía oriental se refugia y se respira por las amplias salas y por el jardín de la casa. En ese lugar, aquí mismo en la Argentina, este "pequeño mundo oriental" pone un paréntesis en el agitado ritmo de vida que llevamos a diario...
Qué maravilla, deben haber traido algun arquitecto o diseñador para poner en práctica la técnica de construcción.
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